La división
El speaking en los exámenes oficiales, independiente de que el examen sea de Cambridge (First, Advanced o Proficiency), IELTS, Aptis, TOEFL o TOEIC, se puede dividir entre 2 categorías principales: el examen oral presencial o a distancia.
En el examen a distancia el candidato nunca va a interactuar con otra persona y todas las partes las escuchará y grabará en audios. La modalidad presencial, distingue otros dos tipos – con la presencia de otro candidato, o solo con el examinador.
Se puede ver mejor en el siguiente resumen:
Speaking presencial
1.1. Con pareja (Cambridge)
1.2. Sin pareja (Trinity, IELTS)
Vía grabación
2.1. Sin pareja (Aptis, TOEFL, TOEIC)
En el caso de los exámenes de Cambridge y IELTS Computer based, aunque el resto del examen se haga por ordenador, la parte oral es siempre presencial. Con la diferencia de que el First, Advanced o Proficiency, aparte de los examinadores, implica una interactuación con el otro candidato mientras que el IELTS no.
Ventajas e inconvenientes del speaking presencial
Muchos candidatos temen la parte oral presencial porque no están seguros de poder entender al examinador o al otro candidato, o por la necesidad de interactuar con una persona desconocida. Es cierto que al principio uno se debe adaptar al acento y la velocidad con que hablan los demás, y que no siempre toca un candidato que sepa interactuar de manera adecuada. Pero si haces un curso preparatorio en una academia o te inscribes al examen a través de ella, casi siempre puedes elegir tu pareja y eliminas ese problema.
Una de las ventajas del speaking presencial es la posibilidad de volver a preguntar en el caso de que no hayas entendido lo que te piden. Eso no quiere decir que el examinador te vaya a explicar el significado, sino que te vuelva a repetir lo preguntado. A veces, viene de maravilla porque su entonación y palabras acentuadas dentro de las frases te pueden dar pistas claves para responder correctamente.
Sin el ordenador, desaparece el cronómetro. Y para la mayoría desaparece también el estrés. Muchos candidatos no se dan cuenta lo estresante que es ver los segundos volar sin haberse puesto a responder todavía. Eso resulta en tensión acumulada que puede provocar un bloqueo. Puede que no sepas qué responder incluso sin el cronómetro pero por lo menos lo luchas más por sentirte arropado por los demás. Algo que en frente de un ordenador, no pasa.
En las grabaciones por ordenador, el candidato tiene el tiempo establecido y una vez se haya agotado, ya no puede añadir nada más. Otra de las ventajas del examen presencial es que al candidato nunca se le para en la mitad de la frase. Aunque se cuenta también con tiempos establecidos, ésos son más flexibles. Cuando el candidato habla más en alguna parte, el examinador lo compensará más adelante, pero se abre algo más de espacio para las respuestas más lúcidas.
Los exámenes de Cambridge, cuentan, además, con otra ventaja a la hora de interactuar con el otro candidato. Pueden comprobar el significado de las palabras desconocidas con él, o incluso, dominar el diálogo y delegar los puntos incómodos.
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